La gestión de cobranza es el conjunto de acciones coordinadas y aplicadas adecuada y
oportunamente
a los clientes para lograr la recuperación de los créditos, de manera que los activos
exigibles de la institución se conviertan en activos líquidos de la manera más rápida y
eficiente posible, manteniendo en el proceso la buena disposición de los clientes para
futuras negociaciones.
En tal sentido, la gestión de cobranza es un proceso bastante interactivo con los clientes, que parte
del análisis de la situación del cliente, un oportuno y frecuente contacto con el cliente, ofreciendo
en el proceso de negociación alternativas de solución oportunas para cada caso y registrando las
acciones ejecutadas para realizar un seguimiento continuo y el control del cumplimiento de los
acuerdos negociados. Algunas acciones típicas en la gestión de la cobranza se describen a
continuación, junto con un flujo grama con el proceso que sigue la gestión de cobranza:
a) Análisis del caso: ¿Quién es el cliente? ¿Cuál es su situación? ¿Cuáles fueron las
condiciones para el otorgamiento del crédito? ¿Por qué cayó en mora? Aquí podemos
considerar fuentes internas y externas de información como centrales de riesgo, relación
de deudores, etc.
b) Contacto con el cliente: ¿Qué información registra el cliente? ¿Donde está ubicado el
cliente? ¿Cuáles acciones ya fueron ejecutadas?
c) Diagnóstico: ¿Cuál es el problema a raíz de la morosidad actual? ¿Que tipo de cliente
tenemos?
d) Generación de alternativa: ¿Cuáles son las posibles soluciones? El objetivo de esta
acción es la venta del beneficio para crear una cultura de pago en el cliente.
e) Obtención de compromisos de pago: ¿Realizamos una buena negociación? La IMF debe
identificar claramente, cuándo, dónde, cómo y cuánto pagará el cliente, y recordar, por
ejemplo, que el cliente que está en una situación de sobreendeudamiento o disminución
de ingresos establecerá una jerarquía en el pago de las deudas. ¿Logramos que el cliente
le de prioridad al pago de este crédito?
f) Cumplimiento de compromisos de pago: ¿El cliente cumplió con el compromiso de pago
en la fecha indicada? ¿Demuestra que quiere pagar? El objetivo es mostrar consistencia
a lo largo de todo la gestión de cobranza. No basta el compromiso y la actitud positiva del
cliente hacia el pago; los gestores de cobranza deben realizar seguimiento a los
compromisos de pago.
g) Registro de Acciones: ¿Las acciones están siendo coordinadas? Es importante
considerar o ponerse en el lugar de la persona que continuará la gestión de cobranza.
h) Seguimiento del caso: ¿Conocemos la actual situación del cliente y las acciones
realizadas?
i) Intensificación de las acciones: ¿Cual es la acción a tomar que nos permita recobrar el
activo de manera más inmediata? ¿Cuáles son los activos que el cliente posee? ¿Qué
podemos recuperar con una acción legal? En esta fase el interés es recuperar el activo
aún a costa de perder al cliente.
j) Definiendo los créditos “pérdida”: Es importante también que las IMF definan
claramente las condiciones para reconocer la pérdida de un crédito, es decir - cuando la
gestión de cobranza ha finalizado. Puede ser cuando se ha agotado todas las estrategias
posibles para la recuperación de la deuda y/o cuando la probabilidad de pago es muy
baja. En general, se debe analizar el costo-beneficio de las medidas judiciales, reportando
el cliente moroso, y otras acciones permitidas por ley.
El cliente debe percibir la gestión de cobranza como algo continuo y no esporádico, de allí que
resulte muy importante el seguimiento oportuno y rápido de las acciones de cobranza por los
diversos participantes de la gestión: call center, asesores de crédito, y gestores de campos. El
cliente debe sentir que lo estamos marcando constantemente, siendo dinámicos, ágiles y
resolutivos para controlar la situación; es fundamental realizar acciones dirigidas a todas las
personas que participaron en el crédito, incluyendo cónyuges, garantes, y familiares/amigos que
ofrecieron referencias, de acuerdo con su perfil de riesgo y probabilidad de pago.
Los microempresarios en general no ofrecen garantías reales a las IMF, por lo que muchas
instituciones desarrollan mecanismos no tradicionales para brindar una cobertura psicológica a
través de estas “garantías no tradicionales.” En muchos casos su ejecución no es factible por
limitaciones legales o porque el costo puede ser mayor al valor de la garantía. Por lo tanto es
relevante que la gestión de cobranza se fundamente en la aplicación de las estrategias eficientes,
así como en la negociación oportuna para el repago de la deuda antes de entregar la cuenta a
Legal para su exigencia en las instancias judiciales, salvo que las gestiones anteriores no hayan
resultado eficientes por motivos externos a la gestión de cobranza.
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- Orientación a la refinanciación, renovación, o el otorgar un crédito para cancelar uno previo en atraso sin el debido análisis y seguimiento de la situación actual del cliente: Estos son prácticas erradas que conllevan a maquillar la cartera y empeorar la situación en el corto plazo. Un refinanciamiento debe ser entendido como una nueva evaluación y como tal se debe realizar un análisis objetivo de cada caso en particular y no diseñar estrategias o campañas masivas, ya que éstas no contribuyen a mejorar la cultura de pago. Es importante también destacar que existen algunas excepciones, sólo en caso de desastres naturales o calamidades como incendios en mercados, inundaciones, etc., donde un número importante de clientes podrían verse afectados.
- Orientación a la colección de bienes o artefactos del negocio o el hogar como medio de repago de la deuda: Esta práctica puede desorientar al gestor que se convierte en una especie de intermediario o vendedor de artefactos. La IMF incurre en altos costos de almacenaje y administración de estos bienes y emite un mensaje erróneo a los clientes con respecto al pago de sus obligaciones. Muchas veces el cliente prefiere entregar sus bienes sin hacer esfuerzo para cancelar el crédito, así debilitando la imagen y posición de la institución en el mercado.
- Orientación a la subjetividad: Considerar ciertos clientes y casos como pérdida total, o confiar en exceso en la buena voluntad de los clientes, pueden distraer la gestión resultando en perdidas de tiempo y dinero de la institución.
Es de vital importancia para su rentabilidad a largo plazo, que las IMF sean conscientes de la
inversión que cada cliente implica en cuanto a tiempo, dinero y esfuerzo de todas las áreas
participantes. Ganar nuevos clientes es más costoso que retener los clientes actuales.
Referencias:
Teskiewicz, Alberto. “Modelos predictivos para cobranza y refinanciación”. First Collection
Summit, Credit Management Solutions, Buenos Aires, Argentina 2007.
“Políticas y Manuales de Cobranza y Recuperación de créditos” de las entidades de
microfinanzas referidas en el presente documento
Mori, Tiodita y Carranza, Luz.
Taller de capacitación: “La Cobranza Eficaz y su rol en el circuito
integral del Activo”, curso interactivo de capacitación dirigido al área de cobranza del Banco
Solidario – Ecuador , conducido en las ciudades de Guayaquil y Quito durante 11 -16 de
Septiembre 2006, con la participación de 38 agentes de cobranza entre ellos supervisores de
cobranza y gerentes regionales.
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